Historia de León

13.9.05

5.- El Reino de León en Corona de Castilla Medieval. (1230-1474).

Fernando III une en 1230 la Corona de León (formada por los Reinos de Galicia, Asturias y León y el territorio de Extremadura) con la Corona de Castilla (formada por los Reinos de Castilla y Toledo, y el Señorío de Vizcaya) . Más tarde conquista y añade a su corona los reinos de Córdoba (1236), Murcia (1243), Jaén (1245) y Sevilla (1248). Los Reyes Católicos incorporarán Granada en 1492 y Navarra en 1512. Sin embargo, cada uno de estos reinos conserva su nombre y entidad, y muy especialmente el Reino de León, que conserva su pendón, sus costumbres, sus leyes y continúa siendo una entidad administrativa hasta el siglo XIX. El escudo de esta corona de reinos combina los pendones de León y Castilla. Sin embargo, la unidad de la Corona leonesa con la castellana corrió grave peligro en varias ocasiones en los convulsos años de finales del siglo XIII: el infante Juan llegó a pretender reinar sobre Galicia y León, situación que se repite en 1319. Durante todo el siglo XIII, leoneses y castellanos celebran sus respectivas Cortes por separado. En el siglo XIV comienzan a imponerse las Cortes conjuntas, pero se continuó dando ordenamientos a los concejos de León muy distintos de los de Castilla. De todas formas, se siguieron convocando Cortes por separado de forma esporádica. En 1295, 31 ciudades de los reinos de Galicia y León se organizaron en una hermandad que se reunía anualmente en la ciudad de León. Su sello incluía la figura del león del reino y una representación del apóstol Santiago a caballo. Las principales atribuciones de la hermandad fueron la administración de justicia y el mantenimiento del orden, llegando en ocasiones a usurpar las funciones de los oficiales reales. Herederos de estas agrupaciones fueron los irmandiños gallegos, que provocaron fortísimas revueltas sociales en la segunda mitad del siglo XV. Continuarán existiendo dos cancillerías, la de León y la de Castilla y cuatro notarías: León, Castilla, Toledo y Andalucía. En 1295 las notarías se reducen a dos: las de León y Castilla. En el Reino de León, durante mucho tiempo, los pleitos eran sentenciados siguiendo el Fuero Juzgo, muy probablemente en el Locus Apellationis de la Catedral. Los merinos mayores eran oficiales públicos de categoría superior en cuyas personas delegaba el rey gran parte de su autoridad. Tuvieron competencias muy amplias sobre todo el reino leonés. Ya aparecen documentados en el siglo XII, y Fernando III los estableció por separado en León y en Castilla, y, más tarde, en Galicia y en Murcia. El Adelantamiento Mayor del Reino de León sustituyó a la correspondiente Merindad Mayor, aunque poco a poco vio cómo se iba reduciendo el territorio sometido a su jurisdicción, hasta que en el siglo XV quedó limitado a los límites de la actual provincia de León, y algo más de la mitad norte de la de Zamora. Asturias fue desgajada del Adelantamiento del Reino en el año 1402. Su sede era itinerante aunque a mediados del siglo XVII acabó agregándose al Corregimiento de la ciudad de León.