2.- Asturia bajo el Imperio Romano, el Reino Suevo y el Reino Visigodo
Para Julio Caro Baroja, precursor de los estudios etnógráficos de la Península Ibérica, la “clave de la regionalidad” no estaba en los “reinos, condados y señoríos” sino en las “condiciones sociales, económicas y lingüísticas previamente existentes”. Así, cuando estudia la Región Leonesa, separa el territorio correspondiente al sur de la antigua Asturia del resto que denomina "Antiguo Reino de León castellanizado", territorio este que se correspondería con la antigua Vettonia. Este territorio sureño de la Asturia se convertirá, a comienzos del Antiguo Régimen, en el reducto del Reino de León. Se hace entonces evidente que, para conocer los rasgos culturales esenciales de la región leonesa, es necesario el estudio previo del Pueblo Ástur. Los ástures eran un conjunto de tribus que habitaban gran parte del territorio de las actuales provincias de Asturias, León, Zamora y partes de Orense y Portugal. Su nombre parece proceder de la raíz indoeuropea “-stour” que significa río, y éste fue el Ástura, que durante la Edad Media fue denominado Éstula y actualmente Esla. Durante la ocupación romana, los territorios galaico y ástur son inicialmente incluidos en la provincia de Lusitania, aunque luego son incorporados a la provincia Tarraconense. Con el emperador romano Vespasiano (69-79 d.C.) se crean unas demarcaciones administrativas denominadas Conventos Jurídicos. Los conventos jurídicos en el Noroeste de la península son el Lucense y Bracarense (correspondientes a la Gallaecia), y el Ástur (correspondiente a la Asturia). Los tres están al mando de un único Legado Jurídico, situación que es distinta en el resto de la Tarraconense (conventos Cartaginense, Tarraconense, Caesaraugustano y Cluniense). Desde finales del siglo II, este Legado Jurídico, residente en Asturica Augusta (Astorga) es además jefe de la Legio VII. Astorga era la cabeza administrativa de todo el Noroeste, y León constituía el centro de control militar romano en toda la península y norte de África. Con la reorganización realizada por Diocleciano (284-305), se crea la provincia de Gallaecia, que incluye las entidades territoriales de Gallaecia y Asturia; todavía hoy no está claro si la capital era Astorga o Braga. Los visigodos mantienen la división de Hispania realizada por Diocleciano, existiendo las siguientes provincias: Lusitania, Bética, Gallaecia, Cartaginenese, Tarraconense y Narborense, situándose al frente de cada un dux provinciae. La capital de Gallaecia durante este periodo es Lucus o Lugo. Más adelante se añaden otras dos ducados más: Asturia con capital en Astorga y Cantabria con capital en Amaya. Asturia como entidad administrativa sobrevive hasta la llegada de los musulmanes en el año 711. Cuando el Reino de los Ástures con capital en Oviedo busca un nuevo centro político al sur, se debate entre los dos principales centros políticos de la Asturia: Astorga, la antigua capital de la Asturia, o León, antigua sede de la Legio VII.
1 Comments:
Sería interesante señalar que en el año 214 d.c aprox. Caracalla formó en la Península la nueva y efímera provincia Hispania Nova Citerior Antoniniana sobre las regiones de Asturias y Galicia (imagino que León y parte de Zamora incluidas)
By Ricardo Chao Prieto, at 11:42 a. m.
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