Historia de León

27.7.05

1.1.- Etnogénesis de la península ibérica. Los antiguos pueblos.

El proceso de etnogénesis o de formación de los antiguos pueblos de la península ibérica alcanza su punto álgido durante la Edad de Bronce Final y la Edad de Hierro en el primer milenio a. C. Durante ese periodo las principales influencias serán:

Influencia mediterránea: Origen en focos coloniales fenicios, griegos, púnicos y romanos. La conquista romana supone el final del proceso. Trajo consigo la difusión de formas úrbanas y el uso del hierro. A comienzos del primer milenio, Tartessos se convierte en el foco cultural más importante de la península que además mantuvo contactos atlánticos. A partir del VI a.C. comienza la cultura ibérica, consecuencia de los estímulos coloniales mediterráneos que influyó progresivamente en el interior. Afectan a las regiones meridionales andaluzas y el Levante peninsular.

Influencias atlánticas: Origen en los contactos comerciales entre las regiones ribereñas atlánticas europeas: Islas Británicas, Bretaña Francesa, etc. que se remontan al Neolítico. Se iran amortiguando al tiempo que se incrementa la influencia centroeuropea. Afectan a las zonas costeras cantábricas, franja septentrional portuguesa, área occidental de Andalucía (Tartessos) y de la Meseta y se fundamente en el comercio de metales.

Influencia centroeuropea: Penetración de la Cultura de Campos de Urnas (1300-1200 a.C.) caracterizada por el ritual de cremación y la introdución de una organización social de tipo gentilicio. Alcanzan inicialmente todo el NE peninsular. Posteriormente "los Campos de Urnas de la Meseta", sustrato de los celtíberos, se expandirá desde el Sistema Central y la zona oriental de la Meseta hacia el norte y occidente, en un proceso interrumpido por la Conquista Romana.


De acuerdo a la incidencia de estas influencias y su sustrato previo, podemos distinguir las siguientes regiones:

Andalucía Oriental y Sur de Portugal
. La influencia tartéssica (que conocía la escritura) se mantiene hasta el 500 a.C. y da paso a la Cultura Turdetana, la más avanzada de la península.
Pueblos: turdetanos.
Levante y Sureste. Recibe influencias de Cogotas y Campos de Urnas. A partir del 600 a.C. comienza la Cultura Ibérica, que difunde el uso del hierro, el torno, y las casas de planta cuadrada. Los poblados tienden a organizarse en oppida, grandes poblaciones fortificadas, que derivan en ciudades-estado.
Pueblos: Bastetanos, oretanos, contestanos y edetanos.

Noreste. Cataluña, valle del Ebro y zona norte levantina. Presencia de la Cultura de Campos de Urnas. Es afectada por el proceso de iberización a partir de mediados del VII a. C.
Pueblos: Ilergavones, Cosetanos, Ilergetas, Layetanos, Iacetanos, Indiketas, Ausetanos, y Cerretanos.

Meseta. Actúa como zona de contacto cultural, generando tendencias centrífugas a las regiones periféricas. Distingue una zona occidental, abierta a los contactos atlánticos y una zona oriental, abierta a los contactos mediterraneos. Durante el Bronce es solar de la cultura de Cogotas, de base pastoril y con armas e instrumentos atlánticos. En torno al VIII a. C. surge el grupo de Soto de Medinilla en la cuenca media del Duero, caracterizado por poblados con una o varias líneas de muralla asociadas a fosos con pequeñas cabañas circulares de adobe, con banco corrido adosado al muro y cubierta cónica vegetal. A partir del VI a.C. surge en torno al Sistema Ibérico el núcleo esencial de los Celtíberos, o celtas iberizados, que reciben influencias de Campos de Urnas, como el rito de incineración y la organización social gentilicia. Habitan en castros que controlan pequeños territorios explotados comunalmente. Son grupos de pastores-guerreros que se expanden hacia el Norte y Occidente atlánticos, regiones con un sustrato indoeuropeo más arcaico pero afín. Hacia el III a.C. se organizan en oppida.
Los vettones, relacionados con los lusitanos, tenían una estructura pastoril muy primitiva. Durante el proceso de celtiberización comienzan a construirse poblados fortificados dotados de fosos, murallas y torres denominados castros y comienzan a incinerar a sus muertos. Una de las manifestaciones artísticas de los vettones son los verracos, esculturas de toros y cerdos, e incluso en algunas ocasiones, jabalíes, que se hallan esparcidas por todo su territorio.
Los vacceos ocuparon la parte central de la Meseta Norte. Aunque fuertemente celtiberizados mantenían una economía agraria de tipo comunal, correspondiente a un sustrato indoeuropeo arcaico aunque más evolucionado que las estructuras socioeconómicas más occidentales.
Pueblos: celtíberos (titos, belos, lusones, arévacos, pelendones), carpetanos, vacceos, vettones.

Occidente, Noroeste y Norte. Zonas aisladas a las que tardan en llegar el hierro y las formas de vida urbanas. Se mantienen desde la Edad de Bronce importantes contactos atlánticos que empiezan a disminuir sobre el 700 a.C. en el que se produce una transición a la Cultura Castreña del Noroeste en el territorio correspondiente a galaicos y ástures. Ésta se caracteriza por pequeños poblados en altura formados por cabañas circulares con zócalos de piedra, cultura que alcanzaría su máximo esplendor después de la Conquista Romana.
La estructura socioeconómica es muy primitiva, con una sociedad organizada por clases de edad (sistema anterior a los clanes gentilicios) y que explotaban colectivamente la tierra, aunque ástures y cántabros, al verse afectados progresivamente por el proceso de celtiberización, adoptarán durante la romanización este sistema gentilicio.
Se conservan restos de matriarcado, dedicándose las mujeres al campo y la casa, mientras que los hombres se ocupaban de la ganadería y el pillaje.
En el Pirineo Occidental vivían pueblos de origen no indoeuropeo, con formas de vida muy primitivas. Su marginalidad y el apoyo prestado a Roma contra los celtíberos permitieron su pervivencia hasta nuestros días.
Pueblos: lusitanos, galaicos, ástures, cántabros y vascones.